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Historias

Una pincelada.

Batucada Klan Zinho

Las historias no comienzan solas:

Corría «creo» el año 1998 y un grupo de amigos unidos por la Iglesia piensa en la caminata de los Andes , es ahí cuando creen que sería buena forma honrar su creencia con algo que alegrara a la gente, es así como nace el primer grupo de batuqueros que pasa a tener el nombre de Pelmazinho, este surge como sobrenombre para un chico del grupo que según todos era un pelmazo, de ahí poniendo el toque brasileño quedo como Pelmazinho, el único fundador de ese grupo que continua hasta hoy es nuestro compañero Papelucho, él   estuvo en la idea inicial de formar una batucada ligada a la Iglesia. Por problemas con el párroco de ese entonces el grupo rápidamente se tuvo que desligar de sus lazos católicos y comenzó a moverse sin su amparo.

Pelmazinho tuvo real vida alrededor de tres años, en ese tiempo tienen presentaciones en un sin numero de eventos a nivel local, en paralelo se gesta la idea de realizar talleres en la Industrial Las Nieves, gracias la intervención de un amigo del grupo y un mexicano con muchas ganas de aportar.

Es en ese lugar donde se gesta la base del hoy   KLAN ZINHO, es ahí con dos instrumentos (una 3ª y una caja) se   enseña lo básico a un grupo de niños por ese entonces quinceañeros.

Ellos   más adelante se estructuran con claras bases y trabajo de liderazgo,   se transforman en Zinho-Dogum, la base del compañerismo que traen desde el colegio forma un grupo sólido, con estructuras definidas y armonía en la conformación, pronto ellos llegan a equiparar y superar en cantidad de integrantes a Pelmazinho llegando a ser la batucada más grande de Puente Alto.

Con el tiempo Pelmazinho se disuelve y pasa a formar Samba-viva,   esta fue algo así como una reestructuración del antiguo grupo pero con menos gente

Samba-viva se diluye poco a poco!   Con el paso de un par de años se disuelve en el completo anonimato, al correr el tiempo surge un nuevo taller y un nuevo lugar donde comenzar un proyecto, es acá donde se comienza a dar vida en una población de carácter complicada al proyecto Paisangú bajo el alero de Maria Ayuda, este se da   por intermedio de los chicos de «Cultura» de la Municipalidad.

Desde el inicio Pelmazinho hace viajes de vacaciones,   Samba-Viva continua con la tradición, es ahí donde invitan a tres integrantes de Zinho-Dogum que los acompañen en un mítico viaje de un mes por el sur chileno. Con los años Zinho-Dogum continua la senda de los viajes y bautizos a los integrantes del grupo (tradición que proviene de Pelmazinho).

Al regresar de un sin fin de vacaciones juntos, la unión se transforma en indisoluble y juntos comienzan el camino que los mantiene unidos hasta hoy.

Corren los años Paisangú crece en número y se conforman nuevos talleres, nacen las Nguenedum, grupo solo de mujeres batuqueras todas de un colegio en particular,   en paralelo a Paisangú se arma otro grupo en exclusiva de niñas llamadas Borboletas

Durante años se arman y desarman proyectos, llega gente y se van otros, los batuqueros están en evolución permanente, en muchos casos sin trascendencia ya que hacen faltas referentes y no se sabe ni conoce muy bien el   movimiento, ni como hacer el trabajo, el fracaso es una constante ya que los liderazgos solo se están cimentando, en el intertanto muere un centro cultural de batuqueros llamado Babaluaye.

Hoy se ve claramente el fruto de esos aprendizajes.

Poco a poco se comienzan a conocer los grupos, algunos se hacen amigos, otros caen en el olvido, Al tocar juntos, los integrantes mezclados   de todos los grupos comienza a nacer con mayor fuerza el nombre del KLAN.

Todos se unen bajo el mismo ritmo, colores, historias, con el tiempo   simbolismos unificados en un solo nombre.

Rescatando parte   del primer nombre   Pelma/Zinho. Nace Zinho/Dogum y luego Klan/Zinho como homenaje y rescate de una memoria colectiva, haciendo mención al primer grupo de batuqueros de Puente Alto, la unión de los grupos por un pasado común hace que el nombre tenga mayor validez   integrando al KLAN a todos los amigos que algún día compartieron el batuque y nos ayudaron de alguna manera a formar la historia de los Zinhos!

Hoy somos más que ayer, pero no por el numero sino por el aprendizaje, por la madurez alcanzada tras años de fracasos y errores.

Hoy nos   miramos contentos, hoy sabemos que queremos   y como crecemos.

La vida nos forma como amigos y artistas, algunos más otros menos.

Todos aprendemos.

Me siento maravillado de ver a mi grupo, a nuestro grupo crecer.

Gracias.

LOS ZINHOS ESTAMOS DE CARNAVAL!

Nick de msn de alguno de mis contactos: «la violencia es el último refugio para los incompetentes»

4 respuestas a «Una pincelada.»

Negro y Zinhos todos,
Desde la vereda del público agradecido les escribo, trato junto a mi pequeña Javiera de seguirlos a todas partes, asi hemos deambulado detrás de ustedes por el Cajon del Maipo, por Puente y por La Legua, recuerdo este último con una gran emoción pues en la medida en que avanzaba la caravana iban dejando regadas por la simbólica población cientos de sonrisas, de niños, abuelos, dueñas de casa y tantos otros… recuerdo con exactitud como la gente salia de sus casas, de sus almacenes y algunos aplaudian, otros solo admiraban con su cara redonda y otros sacaron sus mangueras para refrescar a «estos chiquillos locos».

Veo en todo lo que hacen mucho más que ritmo, mucho más que marcha, cajas y sones, cada batukada deja mucho más que un eco sonoro en el público de cada día.

Un abrazo para ti Negro amigo mio, para Pape y los demás muchachos y muchachas..

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