Categorías
Historias

De cumple por la vida.

 

IMG_0430Recuerdo algunos cumples de niño con los amigos de la cuadra jugando en casa. Recuerdo un cumple como a las nueve o diez en casa de mi «Nino» donde invitamos a todos los amigos del barrio (de su barrio) que era otra pandilla que tenía en La Florida:  El Tote, el Daniel, el Bebo la Pam. El padrino y la madrina hicieron un fondo de chocolate caliente para  todo el que quisiera, cualquiera  podía pasar a tomar y comer con todos.

Recuerdo otro  como a los once, donde uno de mis amigos que se mantiene llegó con un regalo que es todo lo que es él en mi vida hoy… una representación de un paisaje en acuarela, esa familia ha sido tan importante en mi formación y ganas de aprender, recuerdo los trece, un poco más grande más taquilla, a los diecisiete hice un carretón en casa, llegaron muchos amigos, Manolito mi vecino hizo de guardia para controlar el baño y todos los cabros que había en la noche, este carrete duró hasta las 3am aprox. esa noche bailaron rap en al patio y deje a varios desconocidos afuera,(luego me gané el odio eterno de ellos).

A los dieciocho el mismo padrino me regalo una maquina eléctrica de afeitar que perdí hace un par de años en viaje en Serena, celebramos con tíos y amigos en casa. Recuerdo la noche del cinco de julio en casa de Mario, un carrete, uno de tantos, sentado en el suelo apoyados en la muralla en esa  noche me encontré mágicamente con una chica que quería hace mucho, ella  se transformó en una historia de recuerdo y amor por más de diez años, ahí comenzamos,  luego  de algunos meses  terminó y al pasar varios años  lo volveríamos a intentar… luego de una conversa con la guata afligida supe que por más que soñé y quise, eso no  resultó.

Recuerdo los ventiuno en casa y junto al amor de una polola, esto ha pasado un par de veces más y de una u otra formas todos y todas construyen el espacio que se ha transformado el cumpleaños en casa, siempre se celebra el día que cae, no otro,  (no sé de dónde salió eso) además el que llega-llega no má, a unos pocos que se han vuelto cercanos con los años  y no cachan les aviso, pero al 80% no, si viene lindo, y si no viene…lindo igual, no dejan de ser amigos.

Como los veintidos o veintitres lo pasamos con un grupo de amigos de Circo Ambulante en un asado que hice en casa, el recuerdo es muchos jugando en el patio y por la tarde noche llegaron los de siempre a casa.

Los veinti se pasaron más rápido que los dieci…pero más lento que los treiti…

Recuero que a los  veintisiete los pase aferrado a momentos precisos y cortos, eran como inspiraciones de cariño rápidas e intensas, tengo tantos recuerdos cortos de ese rato, un día hablando afuera de la casa de Nelsón le dije: Me siento poderoso, en la mejor época de mi vida. Ese rato fue  lleno de intensidad  y amor de juventud.

Recuerdo a los veintiocho  que los pase en casa de mi hermana, un poco encerrado, lejos de otros, ha sido la única vez que no he estado en casa celebrando con los amigos que llegan, acá invité a un puñado nada más, con el tiempo cada vez la familia-lejana es menos, pero los amigos se siguen multiplicando, la casa ya casi no da espacio para todos, esos veintisiete pa veintiocho fueron raros, me sentía poderoso, dispuesto a conquistar un mundo, estaba lleno de otros  sueños y amores que al final algunos se cumplieron y otros quedaron por ahí…por  el camino.

Recuerdo los veintinueve, una época nueva y poderosa, rozando los treinta, tenía un programa de radio que se lamada «Voy pa los 30 no puedo parar» hoy digo, «voy pa los 40 no puedo parar», en esa época hable de hijos, de familia, de establecerme, pensé en que ahí me quedaría, pero como es la vida, como nos trata… eramos dos y los dos no queríamos lo mismo. Los años previos me dedique a aprender magia, deje los tambores de lado y el malabar sólo estaba cerca, con el tiempo no dejé de creer y soñar, rondando estos años estaba la definición de hacer, de crear y de ser, no entendía lo que todos me exigian, decidí volver por esos años a la vida, a la calle, no tranzar y volver…volver como siempre, al inicio a sonreír junto a la acción y reacc¡ón social, los años cercanos a la magia fueron más de soledad autoimpuesta, más introvertidos, más pa adentro, decidí que aprendería a ser pa afuera, volví a los tambores, volví a la vida.

De los treinta pa acá todo ha sido más rápido, el tiempo cada vez lo veo más acelerado, ahora los proyectos tienen fecha fondo y forma, por lo mismo veo más cerca como pasan días y años.

Recuerdo los treinta y dos  y el sueño de haber realizado el primer carnaval junto a tantos amigos que creen y confían, los treinta y tantos han sido buenos, más llenos de aterrizajes de ideas y sueños, más llenos de esperanza en lo que vendrá

La tradición se ha forjado en casa, los amigos llegan, la comida corre y la familia me ama, me siento querido, hoy estoy con todas las ganas puestas en que las cosas sean de mejor forma, que el recuerdo perdure y que las risas de mis amigos y familia nunca se acaben.

Sin comentarios, anímate!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.