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Volver al callejero es una experiencia noble, rara pero interesante desde el análisis de lo que provoca y provocamos en el otro, el primer día he vuelto a pensar como nos recibirá el publico, este publico cambiante, raro, veraniego, poco feliz pese a estar de vacaciones, el que da su aporte sin sonreír, pero con respeto, este año un par de niñas fueron las que dejaron primero dinero en nuestra gorra, se acercaron tímidas pero con monedas en sus manos para iniciar el callejero, este callejero que vuelve y vuelve a la gorra, en general los niños, bailan, se sorprenden, aplauden y disfrutan.
El color de nuestros tambores y el poder que ponemos en cada toque hace que el publico respete y valore el show tal como es, un espectáculo callejero que toma fuerza para presentarse en cualquier escenario que nos inviten, los comentarios son por cientos, las fotos se repiten y las cámaras capturan ese momento único para ellos en ocasiones rutinario para nosotros, pero no por eso menos importante.
En un par de días hemos crecido más que en semanas de trabajo en Stgo, muchos del grupo entendieron lo que son y provocan, además de apreciar de manera diferente el sentido del espectáculo para el otro, con esto cada día están tratando de subir el nivel en cada presentación, para sentir mejor el tambor y hacer sentir mejor al que escucha y ve nuestro show.
Una respuesta a «Volver»
Exijo ACTUALIZACIÓN, de febrero nada nuevo. Como es posible.