Te invito a caminar descalzo en la arena fría, sentir el golpe de la ola en la pantorrilla y reír por el pantalón mojado.
Te invito a conversar un té de hojas en un laberinto de sueños, anudando historias tomados del corazón pensando y compartiendo el recuerdo.
Te invito al dolor de compartir la risa, el pan y el llanto, te invito a miraros cerca y respirar en la boca.
Te invito al desgaste de días extraños, a compartir letras e inventar palabras, a contar a historias hasta tarde sólo por el placer de juntarnos.